El 08 de diciembre se celebra la Fiesta Patronal de la Inmaculada Concepción en el caserío de Nuñumabamba, ubicado a 10 Km de la provincia de Cajabamba.Se dice que en el siglo XVII llegó a Cajabamba un español llamado Alonso del Pozo Hermoso, el cual era valiente, arrogante, religioso y aventurero; es decir, poseía todo lo de un hispano. Durante su permanencia entabló amistad con familias de bastante solvencia, llegando a ser dueño de grandes heredades, entre ellas la hacienda de Huarasullo, en el actual distrito de Condebamba. En este lugar mandó construir una capilla, pues tenía la costumbre de escuchar la Santa Misa todos los domingos (este acto era celebrado por un sacerdote traído especialmente de Cajabamba).
El español, para hacer más notoria su autoridad, siempre acostumbraba reservar su asiento en dicha capilla. Un domingo de aquellos, quien celebraba la misa era un sacerdote nuevo que desconocía las costumbres de este señor, procediendo de inmediato a iniciar el Santo Sacrificio. Al llegar el español y encontrar al clérigo en plena celebración de la misa (estaba en el acto más solemne: “La Consagración”), se llenó de una diabólica ira y sin reparar en nada se lanzó contra el inocente sacerdote, cometiendo el horrible sacrilegio de victimarlo. Cuando reaccionó se dio cuenta de la monstruosidad de su crimen y se dio ala fuga; cruzó la frontera del norte y llegó hasta el Ecuador, donde permaneció por diez años (en medio de muchas peripecias), hasta que proscribió la pena que le habían impuesto los tribunales del Perú.
Por el remordimiento del día a día, se vio obligado a confesar su pecado para obtener su absolución. Y lo hizo ante el obispo de Quito; “quien al enterarse de la enorme falta cometida, le impuso como penitencia: levar desde Quito a Cajabamba, sobre los hombros y con los pies descalzos, la imagen de la Inmaculada Concepción de María”.
Don Alonso del Pozo Hermoso salió desde las orillas del río Guayas con la Virgen en hombros, y acompañado, solamente, por un negro a quien traía como escudero. Tras una serie de sufrimiento cruzó el desierto de Sechura y los poblados de Olmos, hasta que por fin, después de recorrer un largo camino, llegó a respirar el fresco aire de Cajabamba. Encontrándose ya en Nuñumabamba, muy cerca de sus propiedades de Huarasullo, se sintió desfallecer y agonizar, arrancando de su escudero la fiel promesa de levantar una capilla, en el lugar donde él muriera, a la Virgen que en sus hombros había transportado desde Quito. Hecha la promesa y después de sepultar a su amo y señor, el escudero se dedicó a levantar la capilla de Nuñumabamba, retirándose seguro de haber cumplido con su palabra.
Esta es la bonita tradición de la Inmaculada Concepción de María, que desde entonces se venera con gran fervor cristiano el 8 de diciembre de todos los años. Diciembre es época de cultivos y, por ende, de gran necesidad de agua. Por ello, cuando hay ausencia de lluvias, esta Virgen es sacada en procesión hasta el pueblo de Cajabamba, y, como oyera, nuevamente se presentan las fuertes lluvias aliviando la tristeza de los lugareños.
Nuñumabamba es un lugar ubicado a la cabecera del valle de Condebamba. Por su clima sub tropical produce caña de azúcar y una variada cantidad de frutas.
Haciendo una visión retrospectiva, en este lugar nació el Fiero Vásquez, de quien se ocupa en su obra “El mundo es ancho y ajeno”, Ciro Alegría Bazán.
Leí el comentario de la traída por Alonso del Pozo desde Quito a Cajabamba, sobre sus hombros y con los pies descalzos, la imagen de la inmaculada Concepción de María. Sólo sabía que en una de las cláusulas de su testamento había señalado como condición para el disfrute de sus haciendas que debian dar a su parientes pobres en su tierra, una cantidad procedente de sus rentas.
ResponderBorrarME PARECE EXCELENTE EL COMENTARIO DE UDS.
Un saludo y abrazo.
Raúl Pozo Gutiérrez
rgpozo@hotmail.com