CAJABAMBA: Historia del Cilulo y Don Guillermo Moreno (letra)



Por los años sesenta del 1900, apareció como primicia una canción carnavalesca muy pegajosa y salerosa, grabada en disco de 45 revoluciones, hecha por un trio celendino llamado Los Yungas, canción que la titularon: “Carnaval de Celendín”.

Inmediatamente tuvo una gran acogida y demás provincias del departamento, para luego extenderse a nivel nacional.


                  
Ya llego carnavalito cilulo

Así dice mi abuelito huaylulo

Con la carita pintada cilulo
Y su cabeza en el hombro huaylulo

Arriba caballo blanco, cilulo

Sácame de este arenal, huaylulo

Porque tengo un desafío, cilulo

El martes de carnaval, huaylulo

En los pueblo y provincias,
En todito mi Perú
                 
Celebran con alegría
     
la fiesta del carnaval
               
En Trujillo, Cajamarca
         
 y en mi tierra Celendín
                   
Celebran todos los años
      
 la fiesta del carnaval

Arriba la muchachada cilulo

Arriba la muchachada cilulo
                    
Festeja y baila conmigo huaylulo

Porque es tan tradicional cilulo
                         
La fiesta internacional huaylulo

Tan pronto salió esta composición, los cajabambinos pegaron el grito al cielo, alegando que no deberían titularlo como carnaval de Celendín; pues ellos lo conocían desde hacía muchos años atrás, como el: “Cilulo”. Y que su autor era un conocido maestro de la música cajabambina, llamado Guillermo Moreno Graus; quien había vivido en Celendín por más de 20 años e incluso se había casado y tenido descendencia; pero que tal canción fue compuesta en Cajabamba y defendían su argumento con la misma letra de la canción que decía: -“Arriba caballo blanco – Cilulo – Sácame de este arenal - huailuló”. Pues en Cajabamba se puede hablar de cuestas, de arriba y de arenales por la playa del río, mientras que en Celendín no, por ser completamente plano.

Efectivamente don Guillermo Moreno Graus, fue un cajabambino, hijo de don Cecilio Moreno y de doña Calixta Graus, naturales de Algamarca. Nació el 02 de enero de 1862 y fue criado por una tía hermana de su papá, quien lo bautizó con el nombre de Guillermo el 13 de diciembre de 1863; siendo en ese tiempo Párroco el Rvdo. Padre Guillermo Caballero. Sus padrinos  fueron don Rosas Gallardo y doña Manuela Quiroz.

A los 16 años edad en que terminó sus estudios primarios, llegó por Cajabamba un destacamento militar, en el que tanta insistencia logró ser admitido, pues todavía no contaba con la edad reglamentaria.

Allí en el ejército aprendió el arte de la música, destacando en ella, con todos los honores; pues poco después logró el ascenso máximo llegando a ser: sargento primero, músico mayor.

Durante la guerra con Chile en 1879, fue tomado prisionero y llevado a Chile. Terminada ésta, los chilenos le ofrecieron trabajo y apoyo económico para que se quede, pero Guillermo prefirió volverse a su país y su terruño cajabambino.

Apoyado por una acaudalada familia de apellido Alzamora formó una banda con el nombre de “Los Alzamora”. Lo que le valió el apodo de Guillermo Alzamora. Seleccionando a las personas más aptas y de vocación. Les enseñó el arte de escribir y leer música, formando una excelente y formidable banda. En aquellos tiempos se dedicó también a componer muchos temas musicales, tanto sacros como profanos, estando entre estos últimos el popular y recordado Carnaval de Cajabamba más conocido como “El Cilulo”, que desde el año 1902 se escuchaba en la provincia.

Entre sus múltiples éxitos como director de la banda Alzamora, gano el primer puesto en el concurso de bandas organizado en la ciudad de Huamachuco. Dicen que interpretó una opera con estilo incaico, muy bien calificada pero poco apreciada por los pobladores de Huamachuco y Cajabamba en su mayoría mestizos, por los que el señor Moreno empezó a tocar huaynos, marineras y valses maravillando a sus oyentes. La estadía de la banda estaba planificada solamente para un día, pero gracias al éxito que alcanzaron no los dejaron hasta después de 8 días que duró la fiesta.

Guillermo llegó a tener muchos idilios amorosos, comportándose a veces como don Juan; fruto de esa conducta es que tuvo su primogénito Maximiliano, en una señora de apellido Pinedo. Luego con la dama Zoila Pastor llegó a tener 5 hijos, Guillermo, Teodoro, Tulio, Alfonsina y Elia Cruz. Al mismo tiempo tenía un tercer compromiso con Agustina Alegría, con quien tuvo dos hijas, Luisa y Clotilde.
Por aquellos años, don Nemesio Calderón, cajabambino de nacimiento, había sido nombrado sub prefecto de Celendín, quien conocedor de los dones musicales de don Guillermo, lo contrató y lo llevo a Celendín para que formara una banda igual a la que había en Cajabamba. Guillermo ni corto ni perezoso, formó otra extraordinaria banda y también contrajo nupcias con la dama celendina Antonia Aliaga, con quien tuvo dos hijos más.

De todos los hijos que tuvo en Cajabamba, tres se dedicaron también a la música, Guillermo, Teodoro y Maximiliano. Como también uno de los hijos de doña Antonia Aliaga, don Guillermo Eugenio Moreno Aliaga.

En 1922 viaja a Lima por encontrarse muy enfermo de un mal estomacal siendo internado en el Hospital Dos de Mayo. Pero, desde aquellos años ya no pudo recuperarse del todo de los males tanto de su estómago como de sus extremidades inferiores lo mantuvieron por mucho tiempo postrado; hasta que al final, en 1933 muere a la edad de 71 años.

Su hijo Guillermo Moreno Pastor, siguiendo las huellas de su padre; compuso muchos temas para Cajabamba y Huamachuco, como son los himnos a los diferentes colegios de la provincia, así, el C.E. 111, al Colegio Nuestra Señora del Rosario, el Himno al INEI N° 15, al Colegio San Nicolás de Huamachuco, etc. Y, con sus hermanos Maximiliano Teodoro, formaron la banda de Los Moreno.

Mientras su otro hijo Guillermo Eugenio Moreno Aliaga; el celendino, se destacaba como director de la banda Republicana de Lima. Y como biógrafo de su padre, pues escribió un libro: “Narración a la Ciudad de Cajabamba” donde cuenta la historia de su padre.


Fuente: http://habitonocturno.blogspot.pe/2015/07/don-guillermo-moreno-y-el-cilulo.html
Nota: Texto extraído del libro: “Crónicas y Leyendas de Cajamarca” escrita por Carlos E. Quevedo Guerra